jueves, 17 de junio de 2010

¿Qué me han hecho las clásicas?



Ahora sí, creo que me he enamorado.

No sé cuando comenzó este delirio "
latínico" en mí, sólo sé que hace siglos se cultivó y se convierte ahora en un amor clásico.
Cada palabra o complemento, cada empezar y acabar de un texto indescifrable a la vista, tantas horas frente a mil y un caminos de final.

Serán las horas compartidas, el último examen o quizá que algo en mí se despertó.
Recuerdo cuando en literatura catalana hablábamos de la importancia que tenía el hecho de que los autores confiaran en la lengua para utilizarla y sentirla como en siglos anteriores..., pues yo confío en ella, tengo la seguridad y las ganas de seguir conociéndola.
Todo el esfuerzo que puedo aportar-como a todo-, todas las horas sin dormir, todo lo necesario, porque por amor dicen que uno hace cualquier cosa.


Pero no sólo me he enamorado, sino que tengo un amante , es él aquél Griego indomable y hostil en un principio que ha derivado (¿etimológicamente?) a un agradable compañero.


No es fácil de domar,- considero aún, que es imposible e ¿innecesario?- pero dedicándole tiempo decidimos conocernos.

Y ahora sí, a pesar de que requiere mayor esfuerzo, no pienso abandonarlo, que sea una meta, una preocupación, que sea lo que quiera porque sé que en el fondo de hostil no tiene nada, todo lo contrario, permanece a la espera del amor que merece.