miércoles, 27 de enero de 2010

Da~

Teatro de títeres: HOY APOLO Y DAFNE

El viento ataca mi corteza con una fuerza estremecedora provocando algo similar a un escalofrío, digo similar porque esta gran corteza protege a mis sentidos de cualquier emoción...

Recuerdo cuando era humana y libre, pocos seres pueden decir que son plenamente libres, yo podía. Mi cuerpo era el cuerpo de la tierra, mis pasos el libre vuelo de las aves, mi pelo el amante efímero del aire, ni poseer ni ser poseída era mi única ley. El amor en mí no existía para ningún individuo, existía para el mundo, para el cosmos, para la utópica libertad.

Pero el destino perturbó mi armonía y la melodía más dulce se metamorfoseó en hombre disfrazado de cazador. Y no hay nada que atraiga más a un cazador que un ser libre..., yo corrí, Él también, enseguida me alcanzo. Recuerdo que allí conocí a la angustia, a la desesperación y finalmente el fluir del río escuchó mis súplicas y cuando él me tuvo entre sus brazos comenzaron mis extremidades a convertirse en ramas, mi piel en corteza, mi pelo en verdes hojas, yo en raíces, en un árbol condenado a cadena perpetua...un árbol que coronaría a vencedores pero nunca vencería a la quietud.

Lo más irónico de este encuentro trágico es que solo fuimos muñecos de otro que jugó con nuestros corazones a su merced, creando en nosotros sentimientos ficticios,condenándonos a la eternidad traidora a la par que mentirosa...

2 comentarios:

  1. No es que sólo estás a la altura sino es que creo que la superas.

    Genial Esther, tus palabras envuelven al lector desde la primera a la última, lo engancha y no lo deja que abandone la historia hasta terminar de leerla.

    Un placer leerte y un privilegio que hayas aceptado mi reto.

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